sábado, 28 de diciembre de 2013

"Hermano Mayor" y las parodias

Pedro García Aguado es el hermano mayor que ayuda a jóvenes problemátos a reconducir sus vidas.
http://www.cuatro.com/hermano-mayor/
El programa es frecuente tema de burlas en foros y vídeos mediante montajes y parodias.  
  
Episodio de la webserie basado en Hermano Mayor --- Patro acogió a Pixas en su casa y ahora está pagando todo el odio que éste tiene en su interior. La convivencia es insostenible.
http://www.loserslaserie.com

Típica escena del programa.
Fotografía de la cabecera original.  


viernes, 27 de diciembre de 2013

"Canis y conciencia de clase" por Carmen G. Magdaleno (Extracto)


Si echamos un vistazo a la televisión, podemos encontrar este estereotipo copando gran parte de la programación de los canales generalistas. Lo primero que se nos viene a la cabeza son los reality shows, desde los clásicos como Gran Hermano hasta los híbridos más modernos como Mujeres, Hombres y Viceversa; Hermano Mayor o Gandía Shore. Están plagados de "canis", y no sabemos si es porque son ellos los que más se presentan como participantes o porque es un requisito de selección. Pero en los magacines y programas de reportajes también encontramos nuestra buena dosis de "canis": Belén Esteban, "la princesa del pueblo", en Sálvame, es su máximo exponente; junto a los retratos esperpénticos de barriadas y polígonos con los que les gusta regalarnos a los de Callejeros. La ficción tampoco está exenta de su ración de "canismo": la Juani de Médico de Familia fue la precursora de Manos a la obra (¡Manolo y Benito Corporeison!), Los Serrano, Yo soy Bea, Aquí no hay quien viva / La que se avecina... pero, sin duda, la joya de la corona es Aída. Lo tiene todo. Cualquier estereotipo peyorativo sobre la clase trabajadora de los barrios periféricos (representados por este Macondo de viviendas sociales conocido como Esperanza Sur) lo encontraréis en esta serie de televisión. Cualquiera. A saber:

- Aída: Madre divorciada y desdoblada entre las labores del hogar y las labores de los hogares de los demás, porque, como no podía ser de otra manera, trabaja como limpiadora (como "chacha", si nos atenemos a la nomenclatura despectiva que se exhibe en la serie). Para más inri es inculta y simplona y siempre está en celo porque no encuentra varón para un "apaño".

- La Lore: hija adolescente "choni", ligera de cascos y muy corta de luces que abandona sus estudios para participar en Gran Hermano. Sólo piensa en sexo y diversión (sinónimo de discotecas, alcohol y...claro, sexo otra vez). 

- El Jonathan: El hijo delincuente juvenil/ pandillero. Lo que entendemos por gamberro.

- El Luisma: El hermano (ex)yonqui descerebrado y sus amigos (ex)yonquis descerebrados. No piensa buscarse un trabajo ni falta que le hace. Lo que entendemos por vividor. De poca monta, eso sí.

- La madre de Aída: ex-actriz de variedades, obesa por pura insatisfacción, comedora compulsiva que hace gala de una total falta de autocontrol y de un egoísmo y mezquindad sin límites.

- Paz: Una vecina prostituta.

- Macu: La paleta que llega del pueblo a vivir a la ciudad, por supuesto, "más bruta que un arado". Igual de "facilona" que la Lore.

- Mauricio: el dueño del bar más concurrido del barrio y "facha" mayor del reino (machista, racista, franquista...). También es lo más parecido a un capitalista que se puede encontrar en Esperanza Sur, porque tiene un mísero bar, lo que le faculta para considerarse "empresario" e intentar explotar y sacar beneficio de todo el que se le ponga por delante.

- Machupichu (¿alguien sabe como se llama?): el inmigrante sumiso.

- Fidel: el único personaje de Aída con inteligencia y amplia cultura general. Por eso mismo aparece estigmatizado como pedante, pomposo e insoportable. Querer saber en un barrio de clase baja es pecado. Además es gay, otro pecado. "Puritita" carne de "bullying".

- Aidita: nieta rechoncha y "chapona" de Aída. Otra "sabionda" como Fidel. Más carne de "bulliyng" para el asador.

  En general, lo que sacamos en conclusión de una de las series de mayor audiencia emitidas en España es que la clase trabajadora de los barrios humildes tiende a guiarse sólo por sus instintos, no sólo de supervivencia (llegar a fin de mes como sea, alimentar a su familia), sino también sexuales (no es casualidad que el único personaje femenino de la serie que no está "salido" se dedique precisamente a la prostitución) y otros vicios (gula, drogas...). El proletariado lleva asociándose así desde 2005 en el prime-time de los domingos directamente a la marginalidad y a la picaresca, cuando no a la delincuencia, y a la ausencia de formación y un empleo digno y de interés por los mismos. Lo que es lo mismo que decir que si no prosperan es porque o no están capacitados para ello, o no les da la gana. O lo que es lo mismo que decir que se aprovechan de los subsidios y la caridad y que no son en absoluto productivos para el Estado. Escoria, en una palabra. Lastre que soltar. Por algo "barriobajero" es un insulto.

   Claro que este cargar las tintas en las clases más bajas de la sociedad no es sólo cosa de los medios de comunicación y el "entertainment". Y no proviene de ellos. Preguntémonos a quién señalan los políticos y empresarios cuando dicen que hemos vivido por encima de "nuestras posibilidades", que el dinero de las pensiones y prestaciones sociales "se gastan en pantallas de plasma", que hay que recuperar la "cultura del esfuerzo", que debemos pensar más en nuestros deberes que en nuestros derechos y trabajar como "chinos en un bazar" si queremos salir de la crisis algún día. Se refieren a aquellos que con un trabajo de asalariados osaron viajar en sus vacaciones, comprarse casa y coche, disfrutar de la cultura y las nuevas tecnologías o conseguir que sus hijos accediesen a estudios universitarios. La percepción de que tenían más de lo que se merecían, acorde a su papel social, es la excusa perfecta para todos los recortes en servicios públicos y derechos del trabajador que permitan al sector privado campar a sus anchas. Su justificación sociopolítica e incluso moral: hay que frenar la plaga de parásitos irresponsables que nos ha llevado a la situación económica en la que nos encontramos.

   Este fenómeno lo describe de maravilla el que debería ser ya un libro de cabecera para todo el que quiera entender lo que está pasando: "Chavs, la demonización de la clase obrera", escrito por el británico Owen Jones y publicado en España por la editorial Capitán Swing. Para que os hagáis una idea, los "chavs" ("chavettes" en femenino) serían los "canis" en Gran Bretaña. Es la palabra que usan coloquialmente para referirse a los jóvenes de las viviendas de protección oficial, que tienen un acento y apariencia concretas. Como aquí, son objeto de escarnio en la televisión y en Internet, con el mismo estereotipo de desempleados y pensionistas crónicos, de baja catadura moral y también bajo coeficiente intelectual, potenciales delincuentes y adolescentes embarazadas que salen de familias desestructuradas y/o disfuncionales. Owen explica cómo "este concepto es en realidad una manera oblicua de definir al conjunto de la clase trabajadora y responsabilizar a los pobres de ser pobres". Como apuntábamos antes, en plena crisis económica mundial, la justificación cae del cielo. La pobreza no se debe a los problemas macroeconómicos y estructurales, a las limitaciones del "sacrosanto" libre mercado o a las decisiones y comportamientos de las clases poderosas, sino a los defectos de los ciudadanos que la sufren: a sus hogares dislocados, a su falta de ambición y sacrificio y a su escasa capacidad intelectual.  

   También nos cuenta cómo en Gran Bretaña el término “chavs” se aplica como si de un concepto sociológico se tratase, aunque que nadie puede decir con exactitud qué significa. El diccionario de Oxford por Internet define al “chav” como “un joven de clase baja, de conducta estridente que viste ropa de marca, auténtica o de imitación”. Otro diccionario de 2005 los define como “joven de clase trabajadora que se viste con ropa deportiva”. Extraoficialmente, a modo de chasquarrillo, se dice que es un acrónimo de “Council Housed and Violent” (Habitante de Casas Municipales y Violento). En un libro satírico que fue best-seller en el Reino Unido, "The Little book of Chavs", se llegan a identificar los que se consideran como típicos trabajos “chavs”. La “chavette” es una aprendiz de peluquería, limpiadora o camarera mientras que los hombres son guardias de seguridad o mecánicos. Según el libro, “chavs” de ambos sexos suelen ser cajeros en los supermercados o empleados de hamburgueserías. ¿Os suena de algo?


   Pero lo interesante del libro de Owen es que nos cuenta paso a paso cómo se ha llegado hasta aquí. La era del neoliberalismo, inaugurada por Margaret Thatcher con una drástica desindustrialización en los años 80, marcaron el triunfo de un individualismo que hundió el sistema de valores solidarios de la clase trabajadora. Los ataques de Thatcher a los sindicatos y a la industria asestaron un duro golpe a la vieja clase obrera industrial. Los trabajos bien pagados, seguros y cualificados de los que la gente estaba orgullosa, y que habían significado el eje identitario de la clase obrera, fueron erradicados. Apelando a la falacia de la responsabilidad individual como ascensor en la escala social, sentó las bases de la actual "ley del más fuerte". “El objetivo era acabar con la clase obrera como fuerza política y económica en la sociedad, reemplazándola por un conjunto de individuos o emprendedores que compiten entre sí por su propio interés”, escribe Jones. El libro analiza y muestra, de este modo, como el odio a los "chavs" no es un fenómeno aislado. Es, en gran parte, producto de una sociedad con profundas desigualdades.

   Owen pone de manifiesto cómo el estereotipo ha contribuído a justificar el ajuste fiscal de la coalición entre conservadores y liberales que lidera el primer ministro David Cameron, que en uno de sus discursos pronunció lo siguiente: “¿Por qué esta rota nuestra sociedad? Porque el Estado creció demasiado, hizo demasiado y minó la responsabilidad personal” (alumno aventajado del thatcherismo, "isn't it?"). Este tipo de cosmovisión ha servido de trampolín también para absurdas propuestas reaccionarias de limpieza social. En 2008, un concejal "torie", John Ward, propuso la esterilización obligatoria de las personas que tuvieran un segundo o tercer hijo mientras cobraban beneficios sociales, medida apoyada con entusiasmo por los lectores del periódico del ala derecha Daily Mail, horrorizados ante los "aprovechados y sinvergüenzas que están hundiendo el país”.

   Supongo que en estos momentos los chistes sobre "canis" o las series como Aída ya no os parecerán tan graciosos. Al menos a mí no me lo parecen. Y si antes me lo parecían es debido a otro de los mitos del capitalismo salvaje, ese del que tanto habéis oído hablar, el de que "todos somos clase media" (todos los que no llegamos a ser directores de una gran multinacional y a poseer un yate de más de ocho metros de eslora, pero que tampoco somos pobres de solemnidad). Es decir, desde profesores, enfermeros, funcionarios, periodistas, farmacéuticos, autónomos, taxistas... a las profesiones más propiamente asimiladas a la clase obrera (operarios, mineros, albañiles...). Precisamente, el hecho de que se asimile la clase más baja al grupo social de los "canis" y que nos riamos de ellos por verlos tan ajenos a nuestras circunstancias y comportamientos, contribuye a que nos traguemos el cuento de que somos clase media. ¡Cómo vamos a ser del proletariado, si vestimos con gusto y tenemos una gran sensibilidad cultural e incluso artística! Pues lo somos, porque el trabajo de las profesiones liberales y/o cualificado es hoy tan precario como el menos cualificado, lo somos porque casi todos tenemos contratos temporales con sueldos irrisorios, si tenemos alguno. Si un periodista o un comercial tiene las mismas condiciones laborales y productivas que un camarero o una peluquera, significa que pertenece a su mismo extracto social, es un obrero, un asalariado, clase trabajadora en definitiva, esté sentado frente a un ordenador Mac o lleve traje durante su jornada. 

   Cada vez que nos reímos de esos chistes o discurrimos otros nuevos, cada vez que caemos en el estereotipo de clase y utilizamos palabras como "verdulera" o expresiones como "es de pobres" para menospreciar, actuamos como cómplices de aquellos interesados en convertir el trabajo digno en esclavitud. Es este cinismo el que explica fenómenos como que las clases más pobres voten a la derecha. Que un hijo de obrero que ha estudiado ingeniería, que tú, o que yo, despreciemos y nos sintamos superiores a un albañil o a una peluquera, y que estos a su vez se quejen, por ejemplo, de que los barrenderos se hayan puesto en huelga o de que los funcionarios cobran demasiado para "lo poco que hacen" es la gran victoria del capitalismo: los trabajadores odiándose entre ellos y olvidando su trascendencia y poder social si se unen, es decir, el caldo de cultivo perfecto para reducirlos a simples instrumentos del capital sin ningún margen de acción reivindicativa. Porque si tenemos (o tuvimos) fines de semana, vacaciones, derecho a huelga, a organizarnos, a cobrar una baja si nos ponemos enfermos, días de asuntos propios, salarios, subsidio de desempleo y pensiones de jubilación, es porque esas personas con mono y carné de sindicato que ahora ninguneamos consiguieron todas esas cosas a base de protestar y resistir. Y si ahora las estamos perdiendo es en gran parte porque consideramos que la clase trabajadora no vale nada o que directamente está desapareciendo. Que hayamos perdido la conciencia de clase no significa que las clases ya no existan. Por algo fue el magnate norteamericano Warren Buffett el que dijo: "Por supuesto que existe la lucha de clases, y somos los ricos los que vamos ganando".

P.D.: Cuando estaba en primero de Bachillerato mi profesor de Historia del Mundo Contemporáneo, sorprendido por mi alto nivel de conocimientos históricos y por los libros que me veía leer, me preguntó a qué se dedicaban mis padres, esperando, supongo, que le dijese que eran profesores universitarios o algo por el estilo. Cuando le dije que mi padre era marinero y mi madre ama de casa, abrió mucho los ojos y sólo me dijo, "Pues vaya mérito tienes". Creo que fue ese día en el que empecé a rumiar todo esto que he escrito hoy. 

http://carmengonzalezmagdaleno.blogspot.com.es/2013/11/canis-y-conciencia-de-clase.html

El artista Antonio R. Montesinos comenta en Facebook este post en el blog:
Interesante artículo, aunque despide cierto tufillo moralista. A mi Aída me hace reír mucho (no tanto MYHYV o Gandía Shore), pero también es verdad que yo crecí en una calle de bloques VPO y me lo tomo como un estereotipo muy muy exagerado de la vida allí. 

Supongo que si que me ha hecho identificarme con cierta conciencia de clase. Mis hermanos y yo siempre fuimos los "buenos" y fuimos de los pocos que fueron al instituto. Según el artículo mis hermanos y yo entramos en la categoría de lo que sería un Cristiano Ronaldo o David Bisbal, de rebajas claro... que no somos ni mileuristas.
De todas formas lo importante es que al final esa conciencia de clase es peligrosa. La mitad de mis amigos del barrio ganaban más que yo (hasta antes de la crisis al menos), pero están por debajo en la escala social ya que no son universitarios, por lo tanto estamos dentro del mismo margen económico. Como dice el artículo, en la actualidad se ha sustituido el asociacionismo del "proletariado" por la cultura del "emprendedor" (que es una herramienta de control tan grande como las hipotecas, si no que le pregunten a cualquier autónomo). Todo esto, al final, se carga a la clase trabajadora como fuerza política y quizás es la explicación de la situación actual de inmovilismo.

La referencia al libro Owen Jones "Chavs, la demonización de la clase obrera" es muy interesante. Aquí un extracto de cuando habla de la creación de la casta "chav" a raíz de los procesos de desindustrialización de los 80 por parte de la Thatcher:

Apelando a la falacia de la responsabilidad individual como ascensor en la escala social, sentó las bases de la actual "ley del más fuerte". “El objetivo era acabar con la clase obrera como fuerza política y económica en la sociedad, reemplazándola por un conjunto de individuos o emprendedores que compiten entre sí por su propio interés” 

http://www.capitanswinglibros.com/catalogo.php/chavs-la-demonizacion-de-la-clase-obrera 

http://infamia-zine.blogspot.com.es/2012/12/owen-jones-chavs-la-demonizacion-de-la.html
"Owen Jones pretende con este ensayo recuperar para el debate la cuestión de clase. Para este empeño utiliza la denostada figura del chav (lo que vienen a ser nuestros canis, chonis, pelaos, merdellones) El motivo, es la intuición que, "El odio a los chavs es una manera de justificar una sociedad desigual". Para ponernos en situación, los chavs/canis son el único grupo social objeto de burla descarnada que no produce ningún tipo de sonrojo mofarse de ellos. Hagamos un experimento: probemos a hacer un chiste en compañía de un grupo de progres gafapastas (ahora autodenominados hipsters), de temática racista, machista u homófoba, el resultado es el lógico lapidamiento. Ahora en cambio, probemos a soltar la mayor burrada sobre las chonis peluqueras de tu barrio, o el cani del camarero de turno, o el pokero de callejeros. El resultado será bastante dispar. No te lloverán piedras, sino risas y aplausos."

domingo, 22 de diciembre de 2013

Pelicula poligonera española del año 2013: "Combustión"

 Sinopsis: Mikel está a punto de casarse con Julia, la dueña de una importante joyería que ha heredado de sus padres. Durante la fiesta en la que anuncian su compromiso, Mikel conoce a Ari, una de las camareras del catering. La atracción que surge entre ambos hará que Mikel se interese por el mundo de Ari, las carreras ilegales de coches. Se enamora de ella hasta el punto de abandonar a Julia, sin saber siquiera cuáles son los planes de Ari y su novio. (FilmAffinity)



 Otro cartel de la película muy del estilo "2 Fast 2 Furious"

Romain Gravras, "el jefe" de los videclips poligoneros

M.I.A. "Bad Girls" 2012.

Simian Mobile Disco "I Belive" 2008.
 Justice "Stress" 2008.
 Dj Mehdi "Signatune" 2007.

martes, 10 de diciembre de 2013

Nación Rotonda

 Paracuellos del Jarama, Madrid, 2002/2012.

 A Revolta, Pontevedra.


Antes todo esto era campo. Inventario visual del desastre urbanístico español de los últimos 15 años.
http://www.nacionrotonda.com/
http://www.guillermotrapiello.com/Nacion-Rotonda
Página de Facebook
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/05/22/suvivienda/1369199681.html
Proyecto colaborativo en la Red: 

'Nación Rotonda': El antes y el después de los desastres urbanísticos de España

La 'fiebre del ladrillo' en España de las últimas décadas, especialmente a raíz del 'boom' inmobiliario de los noventa, ha dejado un país plagado de cicatrices. Desde el cielo, los efectos son más evidentes. Eso pensaron tres amigos ingenieros que han creado Nacionrotonda.com, un experimento visual y colaborativo que compara, sin palabras, lo que fueron y lo que son algunos de los municipios españoles más afectados por la desenfrenada maquinaria de la construcción.
Este sitio web, que busca ser un 'inventario visual del desastre urbanístico español de los últimos 15 años', mezcla imágenes satélite del mismo lugar en un intervalo de tiempo de más o menos una década. No hay descripciones más allá de las imágenes, las fechas de las fotos y el lugar. Tampoco son necesarias.

handle
before
after
Así, se puede comprobar el crecimiento de municipios como Torrejón de Ardoz y Paracuellos del Jarama (Madrid), Zahara de los Atunes (Cádiz), Mojácar, Palomares y Retamar (Almería), Cabanillas del Campo (Guadalajara), Seseña (Toledo), entre otros.
En algunos casos, la cantidad de suelo recientemente urbanizado duplica la extensión del núcleo urbano, como sucede en Guadalupe de Maciascoque (Murcia). En otras, la agresión al terreno es evidente, como en el caso de La Muela (Zaragoza).
Miguel Álvarez, uno de los creadores de este proyecto, explicó a través del correo electrónico desde Australia -donde reside- el origen de 'Nación Rotonda', que comenzaron él mismo, Esteban García y Rafael Trapiello (fotógrafo). "Los tres somos amigos desde que estudiamos Ingeniería de Caminos juntos en Madrid", comentó Miguel, y añadió: "Además, los tres hicimos la especialidad de Urbanismo y Ordenación del Territorio, y aunque ninguno hemos acabado trabajando en ello, algo queda".

Nace la idea

Hace una semana, Esteban García compartió a través de Twitter un enlace al servicio cartográfico 'en línea' de la Comunidad de Madrid, que incluye un visor de fotos aéreas históricas de la región (desde 1927). "Es un sistema pistonudo para ver la evolución urbanística de ciudad y región. Cómo se desarrolla como un ser vivo, casi", comentó entonces a sus amigos.
A Miguel le picó la curiosidad y se puso a comparar y a anotar lo que iba encontrando. Y surgió la idea de documentar los resultados en un blog. Se lo comentó a sus amigos Rafael y Esteban, y se pusieron enseguida manos a la obra.
"La idea es hacer un inventario lo más completo posible, y en España hay más de 8.000 municipios"
Para comparar el 'antes' y el 'después' de los muchos desmanes urbanísticos que localiza, decidieron utilizar una herramienta gratuita, un 'plug in' de JavaScript usando jQuery, para crear el efecto 'deslizante' sobre dos fotos superpuestas. "Se me ocurrió que una manera muy limpia de presentar el contraste es usar un sistema que había visto en las noticias de aquí para enseñar los efectos de las recientes inundaciones en Queensland", comentó Miguel.
Una vez preparadas las herramientas, se sumaron al proyecto una amiga, Melina Grinberg, y Guillermo Trapiello (arquitecto e ilustrador), hermano de Rafael. "Somos nosotros cinco los que lo desarrollamos", afirmó Miguel. "Hemos preparado unas hojas 'excel' y mapas colaborativos para poder organizarnos, dado que la idea es hacer un inventario lo más completo posible -y en España hay más de 8.000 municipios-, pero más allá de las pautas que siguen las entradas que ves en el blog, cada uno elige lo que sube", comentó.
Aunque están abiertos a sugerencias para fijarse en algún sitio concreto en España, no tienen pensado que se una nadie más al proyecto.

Un país de heridas urbanas

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) recientemente publicados y correspondientes al año 2011, hace dos años había en España 25.208.623 casas. De este censo, el INE destaca que casi tres millones y medio están vacías, cerradas a cal y canto, casi un 11% más que hace una década.
Y aún así, en muchos municipios españoles existen grandes zonas urbanizadas sin construir, o con obras paradas, víctimas del estallido de la 'burbuja inmobiliaria' y de la crisis económica.
Este hecho fue lo que impulsó a estos ingenieros a crear el blog. Miguel afirma que le 'horrorizó' "la cantidad de urbanizaciones sin edificar que han surgido en las periferias de los pueblos de España en los últimos años" y reconoció que aunque "el proceso de búsqueda y selección está siendo muy divertido", es también "muy deprimente".
En las fotos se puede ver cómo donde antes había campo, monte, bosque o desierto, ahora hay calles que delimitan parcelas vacías y una constante: rotondas por todas partes que no conducen a lugar alguno. Así lo resume Miguel: "El título del proyecto [Nacionrotonda.com] viene del elemento común denominador a todas las fotografías, que parece que, después de tantas discusiones políticas chorras, se ha acabado imponiendo como lo que nos define como nación".
http://www.metalocus.es/content/es/blog/naci%C3%B3n-rotonda-relato-retroactivo-de-la-burbuja-inmobiliaria-en-espa%C3%B1a

domingo, 17 de noviembre de 2013

Cine y corto recientes e interesantes sobre la cultura de extrarradio

"Todo lo que tiene un culo opina y como todos tenemos uno podemos opinar". Así de directas son las reflexiones de Antonia San Juan (1961), la autora de la película "Del lado del verano". La actriz, guionista, productora y directora de cine grancanaria ofrece una visión ácida, aunque real, de la familia. "Es un guion crítico y terapéutico", afirma sobre un proyecto en el que pone a caldo a la familia y al papel que juegan algunas mujeres dentro de ella. "A una madre hay que visitarla con flores, no llevarle nuestros problemas y al niño para que lo cuide", afirma San Juan.
Antonia San Juan
---
 
---
 Simon, un niño de de doce años, y su alocada hermana mayor Louise (Léa Seidoux) viven en un pueblo desolado en la falda de las montañas nevadas. Cerca hay una estación de esquí, a la que Simon va todos los días para robar los equipos a los turistas y revendérselos a los niños del barrio. Así es como Simon mantiene a la familia. (FilmAffinity)

El cielo azul de arriba y las nubes de abajo. La opulencia de la estación de esquí y la pobreza del pueblo que tiene a sus piés. Arriba y abajo. Son los dos mundos, unidos tan solo por el cable de acero de un teleférico, que retrata Ursula Meier en «Sister», la película que este fin de semana ha llegado a los cines españoles.
Meier pinta este paisaje personificándolo en Simon, un niño de 12 años que vive arriba y abajo de la estación de esquí. En la nieve es un raterillo que se dedica a comerciar con las migajas que logra arrebatarle a los ricos. Y abajo es un niño que intenta ganarse el cariño de su hermana, con la que vive en una triste torre de once pisos de viviendas protegidas.
Entrevista completa a Ursula Meier su directora en:
http://www.hoycinema.com/actualidad/entrevistas/ursula-meier-sister-hablar-pobreza-20131115-770354.html

Ignacio Navas "Linde"








Todas las fotografías están envueltas por una capa uniformadora de grises que evita los grandes contrastes y el dramatismo. Una estética que se corresponde con el contenido de aquellos que la habitan, portadores de un sentimiento trágico, difuso, plomizo. Individuos perdidos en el limbo de la indefinición y ubicados en los lindes de las ciudades. Nacho tiene esa cualidad, captura los momentos de ausencia y desnudez interior en las personas. Incluso cuando se trata de retratos directos mirando de frente a la cámara, las miradas van más allá, se proyectan hacia la nada. Quizás hacia esos paisajes que se alternan en la serie, siempre bien compuestos, impasibles y, sobre todo, transmisores de esa sensación que experimentamos cuando somos incapaces de reconocer el sentimiento.
Ignacio Navas suele decir, “me gusta fotografiar lo cercano, el aquí y ahora, lo que comprendo, admiro y me asusta”. Estoy de acuerdo en que sus imágenes nos muestran gente y lugares accesibles, cercanos; pero también creo que estos retratos transcienden la intencionalidad propia del género, y él lo sabe. 
 
Nerea Ubieto en el texto "Suspendidos en medio de ninguna parte"
Ignacio Navas - Linde