Katathlón exposición de David Crespo en Galería Cero que puede ser visitada hasta el 11 de junio. Una de las mejores exposiciones vistas en esta Galería hasta la fecha. Intensa y muy bien diseñada y montada la exposición nos muestra el último conjunto de piezas tanto documentales, escultóricas como videoinstalaciones de David Crespo realizadas este último año sobre diversas disciplinas olímpicas versionadas en un terreno postapocalíptico. El escenario escogido para realizar las acciones no puede estar mejor elegido, un descampado y los restos de una nave de polígono industrial de la que ya solo quedan restos de alguna pared en pie y las marcas del suelo de hormigón que tuvo. Estas ruinas son al igual que las ruinas que quedaron de los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004 una metáfora de los tiempos que corren muy literal.
Después de su paso por París en abril dentro del festival Do Disturb!, y antes de su llegada al pueblo cordobés de El Carpio dentro de las Jornadas de Creación Scarpia XIV el próximo mes de julio, David hace escala en Madrid presentando esta recomendable exposición en Galería Cero.
A continuación el fantástico texto realizado por la comisaria Nerea Ubieto con motivo de la exposición.
Lucha Baloncesto
Para visitar la exposición:
C/ Fuenterrabia 13. Madrid. +34 91 552 99 99
 Stills del vídeo Disco Ciclismo presente en la exposición.
http://www.iamdavidcrespo.com/search/label/Pentatl%C3%B3n%20%282015%29
 Salto Tenis
 Jabalina Pesca
 Stadion Backgammon
 Archivo Pentatlón 
Katathlón (Pentatlón), diseño de cartelería por Christian Fernández Mirón.
http://www.fernandezmiron.com/
http://www.fernandezmiron.com/
La
 idílica imagen que atesoramos de la Antigua Grecia está ciertamente 
alejada de la que asociamos con la Grecia contemporánea. Todos hemos 
estudiado sus orígenes y su cultura, base de la civilización occidental,
 como una de las cúspides indiscutibles del arte, la filosofía, la 
política y el deporte. Su influencia fue capital para el Imperio Romano,
 el Renacimiento o el movimiento Neoclásico en el siglo XVIII. Sin 
embargo, lo que un día fue referente, en la actualidad provoca rechazo y
 desconfianza.
En
 los últimos años, nos hemos cansado de escuchar al gobierno proclamar a
 los cuatro vientos: no somos Grecia. Desde luego, la equiparación de 
España con el país heleno no interesa puesto que supone un vínculo 
irremediable con los conceptos que resuenan tras su realidad reciente y,
 en gran medida, vigente: rescate, deuda, corrupción, paro, revueltas… 
Al final va a resultar que sí somos Grecia. David Crespo considera ésta 
relación obvia y sabe que, traer la situación griega a un primer plano, 
supone hacernos reflexionar sobre la propia. No olvidemos lo que fuimos y
 donde estamos ahora.
El nombre de la exposición, Katathlón, surge de la fusión de dos palabras, ambas derivadas del griego: katastrophe que significa ruina, destrucción -y pentatlon-,
 competición atlética que constaba de cinco partes. El primer término 
alude, por un lado, a la cuestión que veníamos refiriendo de la crisis 
griega y, por otro, al costoso y enrevesado proceso de investigación 
llevado a cabo por el artista para realizar este proyecto. No me resisto
 a mencionar que una de las opciones expositivas alternativas consistía 
en desparramar todas las piezas por el suelo, evidenciando el caos al 
que había llegado y poniendo de relieve lo inesperado, factor que 
sobrevuela toda la muestra. 
El
 segundo vocablo contenido en el título, pentatlón, es el que define el 
grueso del trabajo. Esta modalidad deportiva era, en la Grecia del culto
 al cuerpo, la prueba reina por ejercitar múltiples capacidades como la 
velocidad, la fuerza, el equilibrio, la destreza o la resistencia. Los 
pentatletas se reputaban superiores a los demás y su entrenamiento en 
las cinco disciplinas – estadio (carrera), lucha, salto de longitud, 
lanzamiento de jabalina y de disco- estaba incluido en el servicio 
militar. La pericia en ejecutarlas determinaba su validez en el campo de
 batalla, considerándose a los atletas destacados en esta competición 
como los mejores guerreros.
Poco
 o nada queda ahora del esplendor que rezumaban aquellos campeonatos de 
la Antigüedad. Quizá, la celebración de los Juegos Olímpicos en Grecia 
en el 2004, nada más entrar en la Eurozona, fue el último coletazo de 
brillantez antes de la hecatombe económica. Las formas de ocio que 
proliferan en el momento actual son bien diferentes, en cierta medida 
condicionadas por las circunstancias de precariedad. David Crespo, 
durante su estancia en Atenas y Tesalónica, se ha parado a analizar los 
deportes o modos de recreo más populares en  el presente y ha establecido correspondencias con las cinco pruebas originales para crear un nuevo pentatlón.
Las
 asociaciones pueden resultar básicas o incluso absurdas, pero responden
 a una necesidad de construir un diálogo entre las disciplinas antiguas y
 las de nuestro tiempo. De hecho, aquel que sepa manejarse con habilidad
 en estas nuevas artes creadas por el artista, será laureado con la que 
podría ser la condecoración por excelencia de nuestros días: la de buen 
revolucionario. De ahí que todas las prácticas contengan elementos 
agitadores, presentes en las piezas. La exposición se materializa en 
cinco vídeos, cargados de humor e irracionalidad, en los que se 
practican las pruebas; cinco instalaciones, entre lo dramático y lo 
irónico, que son el vestigio de las grabaciones; y cinco archivos de 
imágenes pertenecientes a cada una de las disciplinas. La primera, 
estadio, consiste en una carrera de 192 metros y se relaciona con el 
backgammon, uno de los juegos más divulgados en Grecia cuyas partidas se
 caracterizan por su larga duración. Crespo ha dispuesto 8 tableros, uno
 de ellos explotado con un petardo, en los que la suma de sus casillas 
es precisamente 192, estableciendo así un paralelismo entre la pesadez 
de ambos ejercicios. La lucha encuentra su aliado en el baloncesto a 
través del combate deportivo dentro del partido. En la instalación, 
reducida a una cubeta y un balón sobre una peana, la fuerza se concentra
 en la simplicidad y el impacto visual. El tenis se asocia con el salto 
de longitud al conectar las raquetas con las halteras,
 piedras que utilizaban los antiguos atletas para impulsarse. En la 
pieza, la estructura que debería guardar pelotas de tenis, esta llena de
 cócteles molotov. La esbeltez de la jabalina se equipara con la de la 
caña utilizada para pescar, una actividad que también ha proliferado en 
las ciudades citadas y que es más bien una excusa para reunirse. En la 
sala encontramos una caña incrustada en el parabrisas de un coche 
teledirigido de policía, símbolo indiscutible de las revueltas. El mando
 del artefacto está a disposición del público para que puedan estamparlo
 contra la pared hasta que, desgastado, se quede sin pilas. Por último, 
el lanzamiento de disco se vincula a la bicicleta por la circularidad de
 sus componentes fundamentales. La escultura consiste en una rueda y dos
 lámparas, una que ilumina y otra rota llena de sisa, droga conocida 
como “mata pobres”, que evidencia la desesperación en la que está sumida
 el país. 
Nerea Ubieto
Casualmente estos mismos días que David Crespo nos propone su trabajo dentro de Galería Cero en la cercana ciudad de Alcalá de Henares dentro del Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid podemos también contemplar otras piezas "made in Grecia" dentro de la muestra: "Dioses, héroes y atletas. La imagen del cuerpo en la Grecia antigua".
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2015/03/18/madrid/1426709627_350488.html
La asombrosa idea de ofrecer a la vista pública un cuerpo 
desnudo fue griega. Que una sociedad vestida exhiba a sus dioses, héroes
 y atletas desnudos en santuarios, ágoras o necrópolis es algo inusual, 
insólito y extraordinario. Que además invente un desnudo irreal e 
imposible, con una fuerte apariencia de veracidad, del que deriva miles 
de años después nuestra forma de representar, de entender y de mirar el 
cuerpo humano, es una hazaña.
Lugar: Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid
Fecha: Hasta el 26 de julio de 2015.
Hora: Martes a sábado de 11.00 a 19.00 h. Domingos y festivos de 11.00 a 15.00 h. Lunes cerrado. Acesso gratuito.
Visitas guiadas gratuitas: Los pases tendrán lugar 
los sábados y domingos en dos sesiones, una a las 11:00 y otra a las 
12:30 h., con una duración de una hora y con un máximo de veinticinco 
participantes cada una. Las personas interesadas pueden hacer su reserva
 a través del teléfono 91.879.66.66
El cuerpo de gimnasioUn bello cuerpo masculino en la percepción contemporánea es el de un joven de hombros anchos, pecho desarrollado y abdominales marcados. Este cuerpo atlético, musculado, modelado con sistemas de ejercicio y perfeccionamiento físico, es el espejo en el que se miran muchos jóvenes y que da lugar a nuestra cultura de gimnasio. El resultado es un cuerpo moderno, deudor e inseparable de la visión del cuerpo antiguo.
La invención. El desnudo
Nuestra forma de mirar tiene su origen en la Grecia antigua. Allí se ideó un desnudo para ser visto en público: un bello cuerpo masculino que, siendo una construcción intelectual, seduce nuestra mirada por su alto grado de veracidad naturalista.
La belleza que inventan los griegos es una imagen artificial e intelectual, una versión de un cuerpo de varón anómalo porque no es lo común, extraño porque es imposible y noble porque representa a criaturas excelentes, virtuosas y, hasta cierto punto, inmortales.
La imagen del cuerpo que inventaron los griegos se concibió paradójicamente como un vestido. Sólo los hombres se desnudan, sólo lo hacen los griegos y sólo aquellos que tienen cuerpos ejercitados a diario en la palestra, es decir, los hombres libres que poseen tiempo para el ocio.
Dioses, atletas y héroes
No hay una gran diferencia entre la naturaleza y el aspecto físico de los seres divinos y de los hombres. Se distinguen los dioses por ser inmortales, por su enorme fuerza y altura y por su incorruptible e imperecedera belleza. Pero comparten con los hombres defectos y pasiones, como amores prohibidos, odios y celos.
La perfección física y la excelencia moral pertenecen, más que a ningún otro, al héroe. Hombre mortal que alcanza la inmortalidad a través de la gloria, de la alabanza de poetas y artistas y perdura durante siglos en la memoria de los vivos.
El héroe, el varón excelente, combina juventud y belleza incluso después de la muerte. Morir joven y bello, caer en combate en las primeras filas luchando por la patria, es una hermosa forma de encontrar la muerte.
Aunque el desnudo no es ni mucho menos un hecho cotidiano en el mundo griego, sí era posible ver cuerpos desnudos en sus ciudades. El atleta griego practicaba ejercicio desnudo (gymnós) en espacios reservados para ello: los gimnasios. Los cuerpos de los atletas son vigorosos, duros y articulados, bellos como estatuas y pertenecen a hombres íntegros, valientes, resistentes, que se afanan indeciblemente, con privaciones y sufrimientos, por conquistar la victoria.
El desnudo femenino
El primer desnudo público de un cuerpo de mujer se debe al escultor Praxíteles ya en el siglo IV a.C., varios siglos después que el de varón, y representa a Afrodita. La diosa se acaba de lavar o va a hacerlo cuando es sorprendida y se cubre con las manos. El espectador se convierte en voyeur. El desnudo femenino, que es más bien un desvestido circunstancial, nos lleva al mundo de lo humano y al deseo erótico y esto, también en cierto sentido, ha pasado a formar parte de nuestra memoria visual.
La fealdad, la burla y la caricatura
La fealdad es la ausencia de lo bello, su contrario, tanto étnico como social. En Grecia lo feo se expresa como antítesis de lo bello, tanto en lo estético como en lo ético. Si el cuerpo bello heroíza, la fealdad muestra al antihéroe. Provocan espanto y risa. Son el contramodelo del hombre ciudadano, son esclavos, bárbaros, viejos o deformes.
El desnudo en las Academias
Las estatuas clásicas se estudian, copian y dibujan en los siglos XVIII y XIX en los talleres de los artistas y en las Academias. En el ámbito académico el ideal de belleza es el de la escultura clásica o el del modelo que adopta una postura adecuada, similar al tipo escultórico. Primero en las Academias y después en las escuelas y facultades de Bellas Artes se enseñaba a los alumnos, como parte de la formación artística, el “dibujo del antiguo y del natural”.
Texto extraído de la página web oficial de la muestra: http://www.madrid.org/cs/Satellite?c=MUSE_Actividad_FA&cid=1354413073374&pageid=1161326540454&pagename=Museos/MUSE_Actividad_FA/MUSE_actividad

