lunes, 31 de marzo de 2014

"Dog Pound (La Perrera)" de Kim Chapiron, 2010.

 Película: Dog pound (La perrera). Dirección: Kim Chapiron. Países: Francia, Canadá y Reino Unido. Año: 2010. Duración: 91 min. Género: Drama. Interpretación: Adam Butcher, Shane Kippel, Dewshane Williams, Mateo Morales, Slim Twig, Taylor Poulin. Guion: Kim Chapiron y Jeremie Delon. Producción: Georges Bermann. Música: Balmorhea, K’Naan y Nikkfurie. Fotografía: Andre Chemetoff. Montaje: Benjamin Weill. Vestuario: Brenda McLeese. Distribuidora: Karma Films. Estreno en Francia: 23 Junio 2010. Estreno en España: 7 Marzo 2014.
Sinopsis: Tres jóvenes delicuentes son enviados a un correccional en el que tienen que sobrevivir enfrentándose a bandas violentas, muerte y acoso por parte de los trabajadores de la prisión y del resto de los presos.
 El cine carcelario suele impresionar casi siempre y ha dado algunas películas notables que el espectador, una vez vistas, guarda en el subconsciente por lo perturbadoras que llegan a ser. ¿Quién no recuerda La casa de cristal de Tom Gries, Cadena perpetua de Frank Darabont, El profeta de Claude Miller o Celda 211 de Daniel Monzón, por citar algunas de las más representativas de este subgénero del cine negro?
La perrera, producción canadiense del 2010 y título explícito dónde los haya, de Kim Chapiron—un director francés de 33 años que debutó en el terreno del largo con Sheitan (2005), film de terror protagonizado por Monica Belluci—, sigue las pautas del género carcelario—violencia extrema; imposibilidad de redención de los reclusos; imposición de liderazgo en la jungla humana a golpe de puño; ley del silencio—a través de las vicisitudes de tres jóvenes delincuentes que ingresan en un centro correccional: Ángel (Mateo Morales), un hispano que ha robado con fuerza un coche; Davis (Shane Kippel), detenido por trapichear con droga; Butch (Adam Butcher), que ha dejado ciego a un celador y es incapaz de dominar su ira. Cuando Banks (Taylor Polulin), el matón del centro, intente imponer sus reglas al recién llegado Butch, que le disputa el liderazgo de los reclusos, los acontecimientos se aceleran y desembocarán en un violento enfrentamiento con los guardias después de ajustar cuentas entre ellos de forma harto drástica.
De que los centros correccionales no sirven absolutamente para nada sino para empeorar el carácter de los jóvenes allí recluidos es algo de lo que parece estar convencido Kim Chapiron y con él casi todo el mundo menos los gobiernos que los siguen manteniendo. La visión de la película es de un nihilismo absoluto, porque los jóvenes allí encerrados no tienen conciencia social ni parece haber solución para ellos. Las terapias para controlar la agresividad, como la que intenta inútilmente la encargada del centro, son un fracaso y degeneran en pelea tumultuaria. Meter a perros rabiosos, pues eso es lo que son los allí recluidos, en una misma perrera no puede tener buenos resultados sino que acaben matándose unos a otros a dentelladas. La mayor parte de los chicos que entran en un correccional acaban en la cárcel o muertos en la calle. Los de La perrera son un paradigma de esa carne de cañón difícilmente recuperable para la sociedad.
Kim Chapiron consigue, desde el minuto uno de su tensa película, centrar la atención del espectador y llevarlo fácilmente por donde quiere, de paseo por ese infierno en el que seres privados de libertad, faltos de comprensión y cariño, psicópatas carentes de empatía con sus víctimas, se destrozan entre ellos  y reproducen, a peor, todo lo malo del mundo exterior, y lleva el ritmo del relato hacia un crescendo que deja sin aliento al espectador hasta su secuencia final.
Con una forma de hacer cine muy realista, con secuencias que, en ocasiones, recuerdan al Kubrick de La chaqueta metálica—en los enfrentamientos entre reclusos y vigilantes, por ejemplo, cuando Godyear (Lawrence Bayne), el, pese a todo, guardián más humano, provoca a Butch; el castigo nocturno que Banks y sus secuaces infligen al recién llegado Butch—, y un tratamiento hiperrealista de la violencia—cada golpe propinado en la pantalla duele en carne propia al espectador—Chapiron nos sumerge en este descarnado drama carcelario de forma muy efectiva, con primeros planos de los rostros de sus protagonistas y una cámara siempre inquieta servida por una fotografía glacial, y a esa sensación de verismo extremo de La perrera, casi documentalista, contribuyen, no cabe duda, unas interpretaciones ejemplares de todo un elenco de jovencísimos actores en estado de gracia absoluta, sobre los que destaca el actor canadiense Adam Butcher en cuyo crispado rostro, de mirada fría y enloquecida, está siempre esa ira que es incapaz de controlar y estalla como una tormenta.
Un drama asfixiante del que el espectador sale como de una pesadilla.
José Luis Muñoz para El Cotidiano, 21/03/2014.
http://www.elcotidiano.es/la-perrera-de-kim-chapiron/

 Chapiron, como el rumano Florian Serban, sabe sacar un extraordinario provecho de un reparto joven y desconocido, así como retratar con veracidad apabullante ese clima de violencia y peligro que reina en el correccional, pero le pierden los lugares comunes. Es una película sobrevolada por una omnipresente sensación de amenaza, en la que, no obstante, también hay lugar para la confección de poderosos vínculos de amistad, pequeños espacios de humanidad en los que germina algo parecido a la esperanza. En toda esta parte está concentrado lo mejor de la película, con Chapiron ahondando poco a poco en las interioridades de sus criaturas, en sus anhelos y frustraciones, retratando también la importancia de la jerarquía en una microsociedad determinada en gran medida por la ley del más fuerte. Lamentablemente, la sutileza se va diluyendo conforme la narración se esquematiza, tirando de personajes unidimensionales o recurriendo a imágenes y estrategias narrativas que son moneda común en este tipo de cine, restando, con ello, eficacia y personalidad a la propuesta. Es entonces cuando su director deja más a la vista las propias debilidades de su película: falta verdadera penetración psicológica y sobran tópicos encaminados casi exclusivamente a satisfacer el ánimo de denuncia que rige la obra, cuya pertinencia no discuto.
Extracto de la crítica de Nacho Villalba para Cine Maldito.
http://www.cinemaldito.com/dog-pound-la-perrera-kim-chapiron/


¿Saben los jóvenes quién es Adolfo Suárez? Granada Digital y la juventud granaina en la Fiesta de la Primavera 2014

http://www.periodistadigital.com/politica/partidos-politicos/2014/03/27/joven-jovenes-adolfo-suarez-carlos-alfredo-la-voz-kids-granada.shtml
 El primer presidente elegido democráticamente tras la dictadura deja un legado que nadie cuestiona; es, ha sido y será una figura de consenso a la que muchos recurren como ejemplo de saber hacer en política. Suárez, como muchos otros políticos de la Historia reciente de España, es conocido de manera desigual por las nuevas generaciones...
Granada Digital

viernes, 14 de marzo de 2014

José Carlos Naranjo

 detalle de la pintura de gran formato "Gran Poder"
 "Gran Poder"
 "Brujos en el aire" Mixta sobre papel, 185 x 140 cm. 2012
 "Estudio de luz III" Óleo / lino, 38 x 55 cm. 2012
 "La noche"
 "El Títere" Mixta sobre papel, 100 x 140 cm. 2012
 “El pelado del verano" Óleo sobre lienzo, 195 x 130 cm.

 Jose Carlos Naranjo currently lives and works in New York.
In his paintings Jose creates a sensation of chaos. Layers and paths superimpose on it and form a dirty space where he usually places the focus, intentionally made with the same clumsy and awkward background look. It appears as if it arose by chance.

One of the most essential characteristics of Jose's work has always been the constant and persistent exploration of the phenomenon of light. It is currently represented by a photographic flash lighting.

Paper and linen are both used to emphasise the brightness of the sceses of his work with romantic brushstrokes and large doses of symbolism and contemporany references. Jose always tries to connect art history with the society of the time and to reflect the clash between the return to nature and the accelerating destruction of nature.

Jose is currently an artist in residence in the School of Visual Arts in New York. He has participated in a number of show including his solo show "Caprichos y Disparates" (Galeria Birimbao, 2012), "XIV Internacional Call for Young Artist 2012" (Luis Adelantado Gallery, Valencia), and "Que vienen los Bárbaros" (Monasterio San Clemente, ICAS Sevilla 2012).
 José Carlos Naranjo Bernal nace el 28 de Septiembre en Villamartín (Cádiz) de 1983. Máster en Arte: Idea Y Producción en la Universidad de Sevilla, 2011. Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla en el año 2008 en la modalidad de Pintura. Participa en el Taller de Creación, Vigencia y Actualidad del Dibujo III, impartido por Juan Fernández Lacomba, en el CAAC en Sevilla 2010. Curso MAEC AECID New York, EE.UU. en 2009. En dos ocasiones asiste al Curso de Pintura impartido por Antonio López García, Cátedra Francisco de Goya, UCM. Ávila. 2010 y 2009.   
http://www.articurate.net/contemporary-art-artist-newyork-josecarlosnaranjo/
http://josecarlosnaranjo.com

http://josecarlosnaranjo.com/wordpress/?p=587
 dentro del estudio "La Bañera" trabajando en agosto de 2012
 De izquierda a derecha: Alejandro Botubol, José Carlos Naranjo e Ismael Lagares dentro del colectivo plástico y cultural La Bañera. Tres artistas plásticos, excompañeros de curso en bellas artes y amigos que utilizan su taller no sólo para trabajar, sino como punto de reunión de artistas y personas del mundo de la cultura sevillana.
http://elmiradordelarte.blogspot.com.es/2012/08/la-banera-de-sevilla-algo-mas-que-el.html

jueves, 13 de marzo de 2014

"Carmina y..." el cine de Paco León

 Sinopsis: Carmina es el retrato de una señora de 58 años que regenta una venta en Sevilla. Tras sufrir varios robos, inventa una original manera de recuperar el dinero para sacar a su familia adelante. Mientras espera el desenlace de su plan, reflexiona en la cocina de su casa sobre su vida, obra y milagros. En la película recalca que tiene tres hijos. Una de ellos es María, una chica de 22 años sin unas expectativas claras en la vida y con una hija de cuatro años, Marina. Carmina también vive con su marido, Antonio, un señor aficionado a la bebida pese a las prohibiciones del médico. En su venta tiene un ayudante un tanto extraño, llamado Basilio. Tiene también una amiga, a la que le gusta contar sus experiencias con personajes famosos, que se sobrentiende no son más que un invento, aunque al final de la película puede verse a dicha señora con Mayra Gómez Kemp, que era uno de los personajes con los que presumía de tener una gran amistad.

Sinopsis: Tras la súbita muerte de su marido, Carmina convence a su hija María de no dar parte de la defunción hasta pasados dos días y así poder cobrar la paga doble que él tenía pendiente. Durante esos dos días esconden el cadáver y disimulan su duelo en la cotidianidad de un bloque de pisos de un barrio humilde de Sevilla.