BAJO SOSPECHA
Soledad Lorenzo: Hace poco en algún periódico se nos definía como «las galerías rabiosamente especuladoras». E, incluso, cuando llega ARCO, siempre se nos critica. Dado que cada vez hay más galerías, tenemos más protagonismo. Pero los artistas también son los grandes desconocidos. Hay quien me ha dicho: «Es que los artistas no saben hablar». Sí que saben hacerlo. Lo que pasa es que hablan desde una inteligencia que, a lo mejor, usted no entiende. Es el gran drama que vive el arte: que nadie sabe para qué sirve, es como un ornamento. Usted sabe que un libro es cultura. El arte «parece» que lo es. Es gozoso, no tienes que hacer un esfuerzo como el de leer un libro. Y de repente se convierte en algo lujoso, que tampoco es tan necesario para la sociedad. Los libros son absolutamente necesarios para la sociedad; el cine es el tercer imán. Y el arte es un lujo para pocos. Si no lo posees, ¿para qué sirve el arte?
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