sábado, 31 de mayo de 2014

"Hermosa juventud" de Jaime Rosales y la "Porno Miseria" de los jóvenes españoles con la crisis.

"Hermosa Juventud" 
Dirección: Jaime Rosales.
Intérpretes: Ingrid García-Jonsson, Carlos Rodríguez, Inma Nieto, Fernando Barona, Juanma Calderón.
Género: drama. España, 2014.
Duración: 102 minutos.
Película no recomendada a menores de 12 años.

Sinopsis: Jaime Rosales (La soledad, Tiro en la cabeza) dirige esta película que se centra en la juventud española y su manera de vivir el día a día en época de crisis.
Ingrid García Jonsson (Todos tus secretos, Eryka's eyes) y Carlos Rodríguez (La pecera de Eva, Inocentes) dan vida a Natalia y Carlos, dos jóvenes de 20 años enamorados que hacen todo lo posible por sobrevivir en la España de hoy en día. Sus limitados recursos no les dejan avanzar como ellos quisieran. No tienen grandes ambiciones porque no albergan grandes esperanzas. Un día deciden grabar una película porno amateur para ganar algo de dinero, pero lo que realmente les cambiará la vida será el nacimiento de Julia, su hija.
http://www.espanol.rfi.fr/cultura/20140521-jaime-rosales-no-creo-en-el-optimismo-creo-en-la-esperanza
http://cultura.elpais.com/cultura/2014/05/17/actualidad/1400340094_415557.html

Jaime Rosales sitúa Hermosa juventud en el desolador aquí y ahora, en barrios deprimidos, pero no se centra en la gente que perdió su trabajo, sino en los jóvenes que nunca han tenido uno continuado y están llegando a la mosqueante sospecha o a la desesperada certidumbre de que jamás dispondrán de un contrato digno, ni siquiera indigno. Es una pareja de poco más de veinte años, enamorada, de clase baja, sin aspiraciones excesivas, viviendo en las casas maternas y comiendo de ellas, depositando en las tiendas currículos que nadie va a mirar, trabajando por 10 euros el día que hay suerte y por 300 cuando se prestan a protagonizar un video de porno casero, a mirar el cielo tumbados en los parques, haciendo botellón, compartiendo con los amigos una desesperanza similar, fallando sus precauciones y engendrando una niña, malviviendo sin dinero, sin nada que hacer, sin sueños, con una tristeza asfixiante y contagiable.
Tanto ellos como su entorno van justitos de inteligencia, son gente muy normal, no le piden a la vida nada especial, solo conseguir un trabajo que les permita llevar una existencia que no esté marcada por la angustia y la carencia de lo elemental. Lo tienen crudo. Como todos los nacidos para perder. Emigrar tal vez sea la única salida. Pero también fuera la supervivencia puede estar asociada a la sordidez.
El cine de Jaime Rosales, del cual desconecté radicalmente ante la incomprensión y el aburrimiento que me provocaron sus dos anteriores películas Tiro en la cabeza y Sueño y silencio, recupera con Hermosa juventud su capacidad para perturbar, para hacer crónicas originales y veraces de gente acorralada. Rosales utiliza con originalidad en un par de ocasiones el uso exhaustivo que hacen las personas jóvenes de las nuevas tecnologías para narrarnos lo que ha ocurrido con sus vidas en el paso del tiempo. Los actores jóvenes rebosan naturalidad, los diálogos y las situaciones son creíbles, nada resulta gratuito o suena a impostura. Es una buena y necesaria película.
Carlos Boyero "Crónica de la intemperie" en El País, 30 de mayo 2014.
http://cultura.elpais.com/cultura/2014/05/29/actualidad/1401374129_292497.html
Exposición del proyecto "Porno Miseria" de Óscar Monzón y Fosi Vegue.
El contexto de crisis se retuerce en oscuros textos sacados de Internet. Imágenes mentales nacidas de palabras que nombran los límites del morbo.
"1+1=12. Encuentros Fotografía Contemporánea" es un proyecto auspiciado por el Institut français de Madrid en el que 12 autores, por parejas, dialogan en la "Galerie du 10" en 6 exposiciones diferentes durante los meses de marzo, abril y mayo de 2014.  Más información en el blog:
http://encuentrosfotografiacontemporanea.blogspot.com.es/2014/04/adelanto-de-porno-miseria-de-fosi-vegue.html


Los autores, Oscar Monzón (Málaga, 1981) y Fosi Vegue (Talavera, 1976), son viejos amigos, integrantes del colectivo BlankPaper, de cuya escuela es director Fosi. Es el creador de varios trabajos fotográficos en los que los ritos y comportamientos sociales tienen gran importancia, proyectos entre los que se encuentra “Extremaunción” por el que obtuvo la beca Fotopres. Óscar es el autor del laureado fotolibro "Karma"

Antes de entrar en la sala, una pista: “El contexto de crisis se retuerce en oscuros textos sacados de Internet. Imágenes mentales nacidas de palabras que nombran los límites del morbo”, reza la nota de prensa. ¿Se han hecho una idea? Bien. Al cruzar el umbral, lo primero que te preguntas es dónde están las fotos. Parece que la sala está vacía. Esa es la sorpresa, esta exposición es de dos fotógrafos, pero no contiene fotos; se compone de frases, practicante invisibles a primera vista; fragmentos de anuncios más o menos explícitos sobre la prostitución motivada por la necesidad. Y la reacción que provocan es claramente la sensación de haber visto algo pornográfico. Sin haberlo visto. La pornografía de la miseria.

“Fosi ha estado trabajando en un proyecto que investiga sobre la sexualidad y los roles que establece. Yo por mi parte, había detectado en el porno que cada vez había más vídeos relacionados con el intercambio de sexo por dinero, utilizando la necesidad económica de la gente como forma de dar verosimilitud. La naturaleza da pie a experimentar y por eso decidimos abordar el tema y hacerlo de esta manera”, nos cuenta Óscar.

Vegue comenta por qué se decidieron por este contenido: “Gracias a la libertad que nos han dado los comisarios hemos podido llevar al extremo esta propuesta. Ambos somos fotógrafos de producción lenta. Además de contar con una limitación de tiempo desde que se nos propone participar en esta iniciativa y de tener otros compromisos que nos hacía muy difícil la producción de material nuevo, nos parecía que era interesante tratar este tema sin fotografías. Las fotos que acompañan estos anuncios, en este caso, pueden llevar al espectador y, también al fotógrafo, a una situación que no era la que buscábamos. Por ello optamos por el texto”.

“Entrar en la sala supone un acto de reflexión y pausa”, apunta Fosi. “Te ves obligado a leer esos textos diminutos en un fondo blanco inmenso. Es la lectura contraria a lo que hacemos cada día en la red, donde toda la información se agolpa y dejamos de ver y leer porque esta saturación llega a anestesiarnos”.

Los textos de las paredes están sacados de anuncios de internet de intercambio sexual por dinero puestos por personas en situación económica grave, o de gente que se quiere aprovechar de esas situaciones. Pero también hay algunos de gente que ofrece o busca otros bienes que no son de primera necesidad. “Ése es el logro del capitalismo –señala Monzón–; consigue que te conviertas en un esclavo de manera voluntaria, sin que nadie tenga que perseguirte con un látigo. De alguna manera, todos lo somos.”

Un matiz a tener en cuenta es el término “porno-miseria”, que da título a la exposición y tiene un origen prestado. Como nos explica Fosi, hace referencia a la denominación de un tipo de cine que se dio en Colombia a partir de los 70 y que, partiendo de una estética documental, hizo de la pobreza una mercancía vendible.

También podría decirse que esta exposición viene a negar lo que muchos fotógrafos ya saben que es falso, aquella máxima sobre cuánto valen las imágenes frente a las miles de palabras. Óscar: “Sabemos hasta qué punto una foto puede cambiar de significado según el contexto o cómo puede utilizarse para manipular”. Fosi matiza que “la foto, en ocasiones, puede no ser el mejor medio para contar una realidad sin distraernos de ella. Este era un tema que podía provocar morbo, en el que las imágenes podían distraer, provocar incluso risa… En cambio los textos te llevan a imaginarte a esas personas, sus situaciones… Es el espectador el que tiene que cargar de imágenes cada una de esas realidades que muestran los textos”.

Pudiera parecer que esta reserva a mostrar imágenes se contradice con el proyecto, éste sí fotográfico, que está próximo a presentar Vegue, XYXX, donde se “aborda el sexo como catalizador de nuestros deseos y contradicciones como herramienta de control”. Pero matiza que “aunque como tema tiene elementos en común, en realidad hay bastantes diferencias”. El nuevo proyecto hace referencia a las situaciones de poder, dominación, placer… pero también a los estereotipos visuales. “La mayoría de los sujetos fotografiados repite prácticas sexuales copiadas del cine porno”.

Estos fotógrafos se conocen bien. Pero cuando se les plantea que se describan mutuamente, aseguran que les resulta difícil hacerlo por esa miopía que da la cercanía. “Si te refieres a cual es nuestro estilo, creo que es pronto para hablar de esto, suponiendo que haya que tenerlo” asegura el autor de Karma. “Lo que si es cierto es que tenemos ambos una inquietud por mostrar ciertos temas. El trabajo de Fosi, a mi parecer, es muy coherente desde su proyecto “Extremaunción”, y este último que viene a cerrar el círculo.”

Óscar y Fosi son dos personas modestas. En la sala de exposiciones no aparecen sus nombres. Sólo el título de la expo. En cambio, se encuentran el ojo del huracán que se está dando en la fotografía actual, donde parece que en los últimos meses están madurando los frutos de lo sembrado en los últimos años. Pero alertan de esa visión. “Es una especie de burbuja, y los resultados tendrán que verse a largo plazo ” pronostica Monzón. Vegue es menos pesimista, “llevamos muchos años trabajando. Y lo seguiremos haciendo después de que esto pase. ¿Que hay un momento más dulce donde es más fácil exponer o tener difusión de tus libros? Bienvenido sea. Pero cuando pase, seguiremos como antes”. “El problema –apunta Óscar– puede ser la sobre saturación. De golpe se programan exposiciones colectivas bajo epígrafes parecidos, donde aparecen los mismos autores mezclados. Que el público pueda entender esto como una moda no es consecuente con la seriedad y el tiempo que se ha dedicado a muchos trabajos”.

 La "porno miseria" da mucho de si y si se empieza a investigar un poco podemos ver que estamos rodeados de ella casi sin darnos cuenta. 
 Anuncio en un contenedor de vidrio en el barrio valenciano de Russafa.



Anuncios en páginas de internet con la palabra "necesidad". 
La última cinta de Jaime Rosales no dista mucho de la realidad y por ello es tan necesaria la reflexión. Los tiempos de crisis dan lugar a cierto tipo de páginas por internet que buscan chic@s jóvenes españoles que quieran ganar dinero vendiendo imágenes de su cuerpo realizando actos sexuales amateur. La coyuntura actual en España debido a la crisis y falta de oportunidades ha dado lugar a este tipo de páginas en internet que brindan otro tipo de oportunidades de ganar dinero fácil a jóvenes que se quieran prestar a ello.
 Enfermizos intercambios de pareja.
 El dinero compra a la juventud española a cambio de sexo en los tiempos que corren.

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